Personas gays, lesbianas, bisexuales y transexuales, transgénero e intersexuales son aún perseguidas en muchos países por el mero hecho de serlo.

En muchos países se encarcela a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales en aplicación de leyes que penalizan su orientación sexual o su identidad de género y convierten un beso en un delito. Se les tortura para obtener confesiones de “desviación” y se les viola para “curarlos” de ella sin respetar la diversidad sexual y de género.

La diversidad de género aún es castigada en muchos países

Amnistía Internacional trabaja desde 1991 por los derechos de lesbianas, gays, bisexualestransgénero e intersexuales (LGBTI), que en muchas partes del mundo no son respetados:

  1. Se les niega el disfrute en condiciones de igualdad de su derecho a la vida, a la libertad y a la integridad física.
  2. Se les despoja de derechos fundamentales como las libertades de asociación y de expresión.
  3. Se les recortan sus derechos a la vida privada, al trabajo, a la educación y a la atención médica.

Las sanciones impuestas por motivos de orientación o identidad sexual son muy variadas. En 11 países la homosexualidad podría suponer pena de muerte, aunque no todos la aplican.

En torno a 70 países tipifican como ilegales las relaciones consentidas entre personas del mismo sexo, y la gran mayoría las castigan con penas de cárcel.

Además, hay países en los que la homosexualidad no está penada legalmente pero en los que las personas LGBTI sufren de forma diaria discriminación y crímenes de odio. El discurso homofóbico de muchos gobernantes, políticos, religiosos y medios de comunicación fomenta unclima de intolerancia y discriminación contra la diversidad sexual de lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales, e incluso alienta la violencia contra esas personas.

Identidad de género y orientación sexual como derechos humanos

Del mismo modo que el sexo y la raza, la identidad de género y la orientación sexual están ligadas a aspectos fundamentales de la identidad humana y afectan al núcleo del derecho a la integridad física y mental de las personas.

Por eso, la falta de respeto a los derechos de lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales –incluido el matrimonio civil entre personas del mismo sexo– entra de lleno en el ámbito de los derechos humanos y es motivo de preocupación para Amnistía Internacional. El día 17 de mayo se celebra el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia para luchar contra la discriminación que todavía existe en todos los países del mundo en mayor o menor medida. 

En muchos países puede hablarse de auténtica persecución ante la diversidad sexual, con normas que consideran ilegales las relaciones homosexuales y que contemplan penas de cárcel y hasta de muerte.

A ello se suman los alrededor de 70 países que castigan con penas de cárcel o castigos físicos las relaciones entre personas del mismo sexo, y las diversas formas de intolerancia, discriminación y persecución en otros países donde la homosexualidad no está ilegalizada.

En algunos casos son dirigentes políticos quienes hacen gala de una agresiva homofobia, como el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, quien llegó a decir públicamente que los homosexuales son “peores que cerdos y perros”, o como algunos políticos de Letonia, Lituania, Bulgaria o Polonia que se opusieron a la celebración de actos de apoyo a la igualdad del colectivo LGBTI.

En Rusia también se hostiga a las organizaciones LGBTI con descalificaciones como la de pretender “reducir la población de la Federación Rusa”.

¿Qué pasa en el mundo con la diversidad sexual?

La orientación sexual identidad de género sigue siendo en muchos Estados de Europa del Este y Centroeuropa un tabú social que conlleva rechazo, discriminación y abuso hacia ellas. Estas personas ven frecuentemente vulnerados sus derechos humanos en ámbitos como la educación, el empleo o la salud.

En países como Letonia, Lituania, Bulgaria, Croacia, Serbia, Hungría, Moldavia o Rusia es frecuente la vulneración del derecho a la libertad de expresión y reunión o los crímenes de odio contra estas personas.

En Áfricalas personas LGBTI continúan sufriendo abusos o discriminación en países como Camerún, Kenia, Senegal, Tanzania, Togo y Uganda.

En América, Brasil sigue siendo el país más mortífero del mundo para las personas trans. En países como Argentina, Bahamas, El Salvador, Haití, Honduras, Jamaica, República Dominicana o Venezuela, se mantienen niveles elevados de crímenes de odio, apología del odio y discriminación, así como asesinatos y persecución contra activistas LGBTI.

En Asia, en países como Indonesia o Malasia las personas LGBTI sufren hostigamientos, discriminación y violencia.

En Oriente Medio y Norte de África,en Bahrein, Egipto, Irán, Marruecos y Túnez se detiene y encarcela las personas LGBTI por cargos de “actos licenciosos” o “conducta inmoral”, y se las persigue en aplicación de leyes que penalizan las relaciones sexuales consentidas entre personas del mismo sexo.

Derecho del colectivo LGBTI a no sufrir discriminación por diversidad sexual o de género

Se trata de un principio básico, subrayado claramente en los principales instrumentos de derechos humanos:

  • Artículo 2 del Pacto de Derechos Civiles y Políticos.
     
  • Organismos de Naciones Unidas que vigilan los tratados de derechos humanos, como el Comité de Derechos Humanos y el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, han afirmado la prohibición de discriminación en razón de las orientaciones sexuales e identidad de género.
     
  • La Alta Comisionada de Naciones Unidas presentó en diciembre de 2012 su primer informe sobre derechos humanos, orientación sexual e identidad de género, y señaló que reconocer la igualdad de derechos de todas las personas no implica crear nuevos derechos o extenderlos a un nuevo territorio. Se trata de insistir en que todas las personas tienen derecho a disfrutar de los mismos derechos e igual protección del derecho internacional.
Una persona sujeta un paraguas mientras desfila en la Marcha del Orgullo en Nueva York
Marcha del Orgullo en Nueva York. © Getty images 2014

Matrimonio entre personas del mismo sexo

Para Amnistía Internacional, en el matrimonio civil entre personas del mismo sexo se ponen en juego los derechos humanos de las personas. De acuerdo con las normas internacionales, la organización considera que denegar el derecho a casarse, basándose en el sexo de sus parejas, viola los derechos a la no discriminación, a la igualdad ante la ley y a casarse y formar una familia. 

Amnistía Internacional, que dio la bienvenida en España a la Ley 13/2005 de 1 de julio, que modificaba el Código Civil para reconocer el matrimonio civil entre personas del mismo sexo, cree que los Estados deben proteger y garantizar este derecho y abstenerse de discriminarlo por causa de orientación sexual e identidad de género.

Esta posición ha sido avalada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que reconoció que las parejas del mismo sexo tienen derecho a casarse y formar una familia en base al artículo 8 del Convenio Europeo de Derechos Humanos. Además, el derecho de las personas adultas a unirse voluntariamente en matrimonio está reconocido en el artículo 16 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en el artículo 23 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.